Una vivencia traumática es altamente demoledora para la persona. El trauma interfiere en su día a día, impidiendo que pueda vivir su presente de forma libre porque está limitada por su trauma. El paciente con estrés postraumático queda retenido en su pasado. Pueden aparecer flashes en la psicología y mente de la persona, o puede haber un bloqueo, la persona reprime su experiencia traumática, pero tiene una intensa y turbadora sensación de lo sucedido.
Esta vivencia desoladora distorsiona la percepción que la persona tiene de la realidad y turba su equilibrio. Hay un antes y un después en la vida de la persona marcada por este hecho que acontece de forma desprevenida y repentina.
¿En qué consiste el tratamiento para el trastorno por estrés postraumático (TPET)?
El tratamiento desde la psicoterapia breve estratégica busca cambiar la percepción de aquello que aconteció. No se trata de hurgar en lo que tanto duele, pero sí que la persona que sufre de estrés postraumático deberá hacer un trabajo personal de conectar con sus heridas abiertas con el fin de que cicatricen y así puedan ubicarse en ese pasado traumático, de modo que dejen de interferir en el presente. Este proceso personal será angustioso porque la persona tendrá que pasar por el medio de esos episodios que tanto le duelen y que trata de borrar.
Sabemos que una vivencia traumática no se puede borrar y tratar de hacerlo sólo sirve para que el trauma vaya cogiendo más fuerza. No se trata de buscar el olvido, eso no es posible, pero sí de liberar a la persona de forma que pueda dejar su pasado atrás y vivir el presente sin que se inmiscuya el pasado, logrando así construir un futuro saludable.
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